Seguro que ya tenemos alguna idea gracias al brainstorming que realizamos en su momento, pero es más que probable que esa idea ya ha sufrido alguna mutación, variación o reformulación. ¿Sí? Entonces, todo va bien. El proceso de reflexión está haciendo su trabajo de dar forma a la idea original.
Si en el apartado anterior hemos especificado el problema de nuestro cliente objetivo y que queremos ayudar a solucionar, ahora es el momento de explicar cómo lo resolvemos, cuál es la solución que ponemos a su alcance. Hazlo de forma breve identificando 3 características de tu producto o servicio y que son el motor de generación de valor en tu idea de producto o servicio.
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