La identidad personal
La identidad personal es un concepto complejo que se compone de muchas partes diferentes. Carl Rogers, sicólogo relevante del s.XX por ser fundador del enfoque humanista en sicología, proponía estructurar la identidad en base a 3 percepciones:
- el “yo real”, es la percepción y representación de las características que se atribuye el sujeto a sí mismo.
- el “yo ideal”, es la representación de las características que le gustaría tener al sujeto; es decir, cómo le gustaría ser.
- el “yo social”, que se refiere a cómo el sujeto cree que los demás lo ven y lo perciben.
Y cada una de estas perspectivas podemos decir que se basa en una serie de elementos como son el organismo, la personalidad, los recuerdos y experiencias, los valores o las destrezas.
Intentaré explicártelo mejor a través de un símil, el taburete, que puedes encontrar haciendo click en el enlace.
Como puedes encontrar en ese enlace, la identidad no es algo estático sino que esta en continua evolución, muta, pero manteniendo cierta coherencia y lo hace especialmente en fases de nuestra vida como la adolescencia.
La adolescencia
La adolescencia es un período de desarrollo humano que ocurre después de la niñez y antes de la edad adulta. Durante este tiempo, los jóvenes experimentan cambios físicos, cognitivos, emocionales y sociales significativos. Si bien no hay una edad exacta en la que comienza o termina la adolescencia, la Organización Mundial de la Salud define a la adolescencia como el período de crecimiento que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y 19 años. Durante este tiempo, los jóvenes pueden experimentar cambios significativos en su vida social, económica y personal a medida que se convierten en adultos. Vamos algunos de esos cambios.
A nivel físico podemos destacar el crecimiento de las mamas y ensanchamiento de caderas, inicio de la menstruación y la fertilidad, cambio en la forma pélvica, redistribución de la grasa corporal, crecimiento de vello púbico y axilar, aumento de estatura, crecimiento del vello corporal en el labio superior, barba, cambios en la voz, etc.
A nivel cognitivo también podemos destacar algunos cambios que incluyen:
- Desarrollo del pensamiento abstracto: Los adolescentes comienzan a pensar de manera más abstracta y a razonar sobre conceptos más complejos.
- Desarrollo de la memoria a largo plazo: Los adolescentes pueden recordar información de manera más efectiva y retenerla por períodos más largos.
- Desarrollo de la toma de decisiones: Los adolescentes comienzan a tomar decisiones más complejas y a considerar las consecuencias de sus acciones.
En cuanto a los cambios emocionales, los adolescentes pueden experimentar una amplia gama de emociones, incluyendo:
- Cambios de humor: Los adolescentes pueden experimentar cambios de humor más extremos y frecuentes.
- Mayor sensibilidad emocional: Los adolescentes pueden ser más sensibles a las emociones de los demás y experimentar una mayor empatía.
- Mayor autoconciencia: Los adolescentes pueden ser más conscientes de sí mismos y de sus propias emociones.
Y por último, en cuanto a los cambios sociales, los adolescentes pueden experimentar cambios significativos en sus relaciones con amigos y familiares, incluyendo:
- Mayor independencia: Los adolescentes pueden comenzar a buscar más independencia y autonomía en sus relaciones con amigos y familiares.
- Cambios en las amistades: Los adolescentes pueden comenzar a formar nuevas amistades y alejarse de amigos antiguos.
- Desarrollo de relaciones románticas: Los adolescentes pueden comenzar a explorar relaciones románticas y sexuales.
Perspectivas comparadas sobre los cambios cognitivos – Piaget vs Vygotsky
Tanto Piaget como Vygotsky son dos teóricos importantes en el campo de la psicología del desarrollo cognitivo. Ambos teóricos han hecho contribuciones significativas a nuestra comprensión de cómo los niños y adolescentes desarrollan su pensamiento.
Según Piaget, los niños y adolescentes pasan por cuatro etapas de desarrollo cognitivo:
- etapa sensoriomotora
- etapa preoperacional
- etapa de operaciones concretas
- la etapa de operaciones formales.
Piaget creía que los niños y adolescentes construyen su conocimiento a través de la exploración activa del mundo que les rodea. En cada etapa, los niños y adolescentes desarrollan nuevas habilidades cognitivas que les permiten comprender mejor el mundo.
Por otro lado, Vygotsky creía que el aprendizaje se produce a través de la interacción social. Según Vygotsky, los niños y adolescentes aprenden mejor cuando trabajan juntos en tareas y proyectos. Vygotsky también creía que el lenguaje juega un papel importante en el desarrollo cognitivo. Según Vygotsky, el lenguaje ayuda a los niños y adolescentes a comprender mejor el mundo y a comunicarse con los demás.
En resumen, tanto Piaget como Vygotsky hicieron importantes contribuciones a nuestra comprensión de cómo los niños y adolescentes desarrollan su pensamiento. Mientras que Piaget se centró en cómo los niños y adolescentes construyen su conocimiento a través de la exploración activa del mundo que les rodea, Vygotsky se centró en cómo el aprendizaje se produce a través de la interacción social.
¿Tú que opinas?
El desarrollo de la personalidad
La personalidad es un conjunto de características psicológicas que influyen en la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. La personalidad se compone de muchos aspectos diferentes, como los rasgos, los valores, las actitudes y las creencias.
Los rasgos son características duraderas que describen la forma en que una persona se comporta en diferentes situaciones. Los valores son principios o creencias fundamentales que guían el comportamiento de una persona. Las actitudes son evaluaciones positivas o negativas de personas, objetos o eventos. Las creencias son declaraciones sobre lo que es verdadero o falso.
Varios autores han hecho importantes contribuciones a nuestra comprensión de la personalidad. Sigmund Freud propuso la teoría psicoanalítica, que sostiene que la personalidad se compone de tres partes: el yo, el superyó y el ello. Carl Jung propuso la teoría de los arquetipos, que sostiene que ciertos arquetipos determinan la conformación de nuestra mente. Raymond Cattell propuso la teoría de los factores, que sostiene que la personalidad se compone de 16 factores primarios.
- A: Afectividad
- B: Razonamiento
- C: Estabilidad
- E: Dominancia
- F: Impulsividad
- G: Conformidad grupal
- H: Audacia
- I: Sensibilidad
- L: Vigilancia
- M: Abstracción
- N: Privacidad
- O: Aprensión
- Q1: Apertura al cambio
- Q2: Autosuficiencia
- Q3: Perfeccionismo
- Q4: Tensión
Hans Eysenck propuso la teoría de las dimensiones, que sostiene que la personalidad se compone de tres dimensiones: extraversión, neuroticismo y psicoticismo.
La dimensión de extraversión se refiere a la tendencia de una persona a buscar estimulación y compañía de los demás. Las personas que son altamente extravertidas tienden a ser sociables, habladoras y enérgicas. Por otro lado, las personas que son bajas en extraversión tienden a ser más reservadas y tranquilas.
La dimensión de neuroticismo se refiere a la tendencia de una persona a experimentar emociones negativas, como ansiedad, tristeza y enojo. Las personas que son altamente neuróticas tienden a ser más emocionales e inestables, mientras que las personas que son bajas en neuroticismo tienden a ser más estables emocionalmente.
La dimensión de psicoticismo se refiere a la tendencia de una persona a ser fría, calculadora y poco empática. Las personas que son altas en psicoticismo tienden a ser más insensibles y menos preocupadas por los sentimientos de los demás, mientras que las personas que son bajas en psicoticismo tienden a ser más empáticas y preocupadas por los demás.
Aquí tienes un test de Eysenck y un test de Catell para hacer una evaluación de personalidad. Puedes realizarlos pero recuerda que los resultados de los test nunca son concluyentes, son una medida muy simplista de la personalidad, por lo que si el resultado no coincide con lo que se pensabas antes de hacer la prueba, probablemente tengas razón y la prueba esté equivocada. Cuéntamelo en clase si esto ocurre.
En cualquier caso, uno de los cambios de importancia durante la adolescencia es el desarrollo de la personalidad, cuando todos esos rasgos, valores, actitudes y creencias parecen parar por un proceso de revisión y cuestionamiento. Durante la adolescencia, los jóvenes comienzan a buscar su propia identidad y a definir quiénes son y qué quieren ser. Según la neurocientífica cognitiva Sarah-Jayne Blakemore, especializada en el estudio del cerebro adolescente, esta etapa se describe como “la tormenta perfecta” debido al aumento de alteraciones sociales, neuronales y hormonales que confluyen en ella. Aquí os dejo una charla TED de esta neurocientífica.
Locus de control y personalidad. El estilo atribucional
El estilo atribucional es la forma en que cada persona interpreta los eventos que le ocurren y cómo se relaciona con ellos. Según Weiner, las personas explicamos los eventos que ocurren en base a tres dimensiones: locus de control, estabilidad y elemento situacional. En función de estos tres aspectos, cada uno de nosotros configuramos un estilo atribucional particular, una manera de justificar los hechos que vivimos.
La estabilidad se refiere a si la causa es temporal o permanente. El elemento situacional se refiere a si la causa es específica o general. El locus de control refiere al lugar en el que cada persona coloca las causas de lo que sucede. Puede achacar el evento a sí misma o, por el contrario, a agentes externos. El locus de control es un concepto psicológico que se refiere a la percepción que una persona tiene sobre su capacidad para controlar los eventos de su vida. Existen dos extremos del continuo: locus de control interno y locus de control externo.
El locus de control interno ocurre cuando un individuo percibe que el evento reforzador en concreto es contingente con su propia conducta. Es decir, la persona percibe que lo que ha ocurrido externamente es gracias a su comportamiento y tiene control sobre las consecuencias externas. Por ejemplo, una persona con locus de control interno atribuye su felicidad a sí mismo. Si quiere ser feliz, puede trabajar en ello.
Por otro lado, el locus de control externo sucede cuando el individuo percibe que un evento externo ha ocurrido de manera independiente a su comportamiento. Por tanto, el individuo asocia al azar, a la suerte o al destino, el acontecimiento que ha ocurrido. Por ejemplo, una persona con locus de control externo atribuye su felicidad a otra persona o a la situación.
El locus de control influye de forma determinante en el desarrollo de la personalidad. Las personas con un locus de control interno tienden a ser más independientes y responsables de sí mismas, mientras que las personas con un locus de control externo tienden a ser más pasivas y menos responsables.
Aquí hay un extracto de la novela “El guardián entre el centeno” de J.D. Salinger que puede ser útil para reflexionar sobre el locus de control:
"Lo que más me gustaba de aquel museo era que todo seguía igual. Las exposiciones no cambiaban nunca. Pero yo sí que había cambiado, y mucho. Cuando salí del museo, me di cuenta de que no sabía adónde ir. No tenía la menor idea. Así que me fui a Central Park a pensar un rato. No sé qué es lo que me pasaba, pero me sentía muy triste y desorientado. Me daba la impresión de que todo el mundo sabía adónde iba menos yo.
Finalmente, me di cuenta de que no tenía por qué saber adónde iba. Lo único que tenía que hacer era seguir caminando en cualquier dirección, sin preocuparme demasiado por el destino. Así que eso fue lo que hice. Me puse a caminar sin rumbo fijo, disfrutando del paisaje y dejando que mis pensamientos fluyeran libremente."
“El guardián entre el centeno” de J.D. Salinger
Este extracto puede ser útil para reflexionar sobre cómo el locus de control puede afectar nuestra percepción del mundo y nuestra capacidad para tomar decisiones. En este caso, el personaje principal se siente perdido y desorientado porque siente que no tiene control sobre su vida. Sin embargo, al darse cuenta de que no tiene por qué saber adónde va, se libera de esa carga y se permite simplemente disfrutar del momento presente.
Os propongo a continuación una dinámica para reflexionar acerca de nuestro locus de control que es una adaptación de la conocida como “Rueda de la vida”.
Dinámica “La rueda de la vida”
Os guiare para reflexionar sobre los principales ámbitos de vuestra vida como adolescentes:
- Familia
- Amigos
- Estudios
- Hobbies
- Salud
- Relaciones amorosas
- En cada área vamos a identificar 2 cosas en cuanto a la forma en que nos sentimos en ese área
- Lo que más me gusta de como me siento.
- Lo que menos me gusta de como me siento.
- Una vez hecho esto vamos a valorar nuestra satisfacción en cada área con valores del 1 al 10 y representamos en la plantilla que puedes descargar más abajo.
- Seguidamente reflexionamos sobre que podemos hacer en cada área para sentirnos mejor, que está al alcance de nuestra mano.
- ¿Valora de nuevo tu satisfacción si consiguieras llevar a cabo lo que te propones en el punto anterior?
- Calculamos, ¿Cuántos puntos te faltaban hasta el máximo de 60? ¿Cuántos te faltan ahora con la nueva valoración?
Procesos de transición a la vida adulta
La transición a la vida adulta y la adquisición de autonomía son proceso complejo y gradual que implica la capacidad de tomar decisiones y actuar de manera independiente. En el caso de los jóvenes, la adquisición de autonomía se refiere a su capacidad para tomar decisiones y actuar de manera independiente en relación con su vida cotidiana, su educación, su trabajo y sus relaciones sociales que pueden verse influenciados por una variedad de factores como son:
- Contexto socioeconómico: El contexto socioeconómico en el que crecen los jóvenes puede tener un impacto significativo en su capacidad para adquirir autonomía y hacer una transición exitosa a la vida adulta. Por ejemplo, los jóvenes que crecen en hogares con recursos limitados pueden tener menos acceso a oportunidades educativas y laborales, lo que puede dificultar su capacidad para adquirir autonomía.
- Apoyo familiar y social: El apoyo familiar es un factor importante en la transición a la vida adulta. Los jóvenes que tienen relaciones positivas y de apoyo con sus padres y familiares pueden estar mejor preparados para enfrentar los desafíos de la vida adulta y adquirir autonomía tomando decisiones informadas y actuando de manera independiente.
- Educación: La educación es un factor clave en la transición a la vida adulta. Los jóvenes que tienen acceso a una educación de calidad pueden estar mejor preparados para enfrentar los desafíos de la vida adulta y adquirir habilidades y conocimientos necesarios para ser autónomos.
- Cultura: La cultura también puede influir en la transición a la vida adulta y la adquisición de autonomía. Por ejemplo, en algunas culturas, se espera que los jóvenes vivan con sus padres hasta que se casen, mientras que en otras, se espera que los jóvenes sean independientes a una edad temprana.
- Características personales propias:
- Autoestima: La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos. Los jóvenes con una autoestima saludable tienen más probabilidades de tomar decisiones informadas y actuar de manera independiente.
- Habilidades sociales: Las habilidades sociales son las habilidades necesarias para interactuar con los demás. Los jóvenes con habilidades sociales sólidas tienen más probabilidades de establecer relaciones saludables y tomar decisiones informadas.
- Habilidades para la vida: Las habilidades para la vida son las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos cotidianos. Los jóvenes con habilidades para la vida sólidas tienen más probabilidades de tomar decisiones informadas y actuar de manera independiente.
Por otro lado, es frecuente que el adolescente deba enfrentarse a dificultades ocasionadas por los grandes cambios físicos, emocionales y sociales que pueden ser desafiantes. Algunas de las dificultades psicológicas más comunes asociadas a los cambios en la adolescencia incluyen:
- Depresión: La depresión es un trastorno del estado de ánimo que puede afectar a cualquier persona, incluidos los adolescentes. Los síntomas pueden incluir tristeza persistente, pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban, fatiga y problemas para dormir.
- Ansiedad: La ansiedad es una respuesta normal al estrés, pero cuando se vuelve excesiva o desproporcionada a la situación, puede convertirse en un trastorno de ansiedad. Los adolescentes pueden experimentar síntomas como preocupación excesiva, miedo intenso y evitación de situaciones temidas.
- Trastornos alimentarios: Los trastornos alimentarios son problemas graves de salud mental que pueden afectar a adolescentes de ambos sexos. Los trastornos alimentarios más comunes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Estos trastornos pueden tener graves consecuencias para la salud física y mental.
- Trastornos por abuso de sustancias: Los adolescentes pueden experimentar presión social para consumir drogas o alcohol. El abuso de sustancias puede tener graves consecuencias para la salud física y mental.
- Adicciones varias relacionadas con el uso de dispositivos digitales como son el juego, la pornografía o el uso intensivo de las redes sociales.
Por supuesto estos problemas no son exclusivos de los adolescentes y existen tratamientos efectivos disponibles para ayudar a los jóvenes a superar estas dificultades, así que estás preocupado por tu salud mental o la de alguien cercano a ti, no dudes en buscar ayuda profesional.
Estrategias para nuestra transición
Como acabamos de ver, nuestras características personales propias, nuestra autoestima, habilidades sociales y para la vida son un factor relevante en nuestro proceso de transición a la vida adulta y pueden facilitarnos el camino. A estas alturas, después de las actividades de reflexión que hemos realizado, sabrás algo acerca de tu autoconcepto y tus habilidades, así como tu locus de control interno que para tomar las riendas de esta transición, para tomar parte activa pensando en estrategias que nos permitan esquivar algunas de las dificultades o al menos llevarlas de la mejor manera posible.
Nota:
Esta actitud activa implica desarrollar tu espíritu emprendedor desde una dimensión personal. Las otras dos dimensiones del emprendimiento son la empresarial y la social.
Para cualquier estrategia es importante conocer las herramientas con las que contamos, esas habilidades sociales y habilidades para la vida que mencionaba y que están muy relacionadas con las llamadas “soft skills” en el mundo empresarial y educativo. Para profundizar en ellas recurriremos a la lista de competencias profesionales publicada por la Cámara de Comercio de Sevilla. Os lo dejo a continuación: