La inversión es el acto de utilizar recursos financieros en la adquisición de bienes o derechos con el objetivo de obtener un beneficio o rentabilidad en el futuro. Dicho de forma más sencilla, invertir implica renunciar a una satisfacción inmediata (como gastar el dinero en algo lujoso) a cambio de la esperanza de generar ingresos o ganancias mayores con el tiempo. Es una de las decisiones más estratégicas que una empresa debe tomar, porque de ella depende no solo el crecimiento, sino también la sostenibilidad del negocio.
Por ejemplo, una cafetería puede decidir invertir en una cafetera de última generación. Aunque esta inversión supone un gasto inicial significativo, la esperanza es que la nueva cafetera permita ofrecer un café de mejor calidad, atrayendo más clientes y, por ende, aumentando los beneficios. Esta idea de renunciar a algo tangible en el presente por un beneficio futuro es la esencia del concepto de inversión.
Tipos de inversión
Existen diversas formas de clasificar las inversiones, dependiendo del criterio utilizado. Aquí te detallo los principales:
- Según el tipo de activos
- Inversiones en activos reales o productivos: Son adquisiciones de elementos que permiten a la empresa desarrollar su actividad productiva, como maquinaria, instalaciones, o materias primas. Por ejemplo, comprar una máquina para fabricar zapatos sería una inversión en activos reales.
- Inversiones en activos financieros: Implican la compra de derechos financieros como acciones o bonos, que no están directamente vinculados a la actividad productiva de la empresa, pero generan rentabilidad a través de dividendos o intereses.
- Según el tiempo de duración
- Inversiones a largo plazo o permanentes: Son bienes que permanecerán en la empresa durante un periodo prolongado (habitualmente más de un año). Ejemplo: adquisición de un edificio corporativo.
- Inversiones a corto plazo o de funcionamiento: Son elementos cuya duración dentro de la empresa es inferior a un año y que se utilizan de manera recurrente, como materias primas o inventarios.
- Según la finalidad
- Inversiones de renovación: Reemplazan un activo antiguo o deteriorado por uno nuevo. Ejemplo: cambiar una máquina obsoleta por una más moderna.
- Inversiones expansivas: Amplían la capacidad productiva de la empresa, como adquirir más equipos para aumentar la producción.
- Inversiones estratégicas: Adaptan la empresa a cambios en el entorno, adquiriendo activos que permiten producir más barato o bienes de mejor calidad.
- Según la relación con otras inversiones
- Inversiones sustitutivas: Al realizarlas, no es posible llevar a cabo otras. Por ejemplo, si se compra una máquina nueva, puede que no se tenga presupuesto para reparar una antigua.
- Inversiones complementarias: Facilitan la realización de otras inversiones. Por ejemplo, al adquirir software avanzado, se puede mejorar el rendimiento de las computadoras de la empresa.
- Inversiones independientes: No afectan ni impiden realizar otras inversiones, como comprar una máquina adicional sin relación directa con otras adquisiciones.
Inversión productiva vs. inversión financiera.
Aunque se mencionaba en el primero de los criterios de clasificación de inversiones, es importante diferenciar entre inversión productiva e inversión financiera, y el hecho de que para que haya cualquiera de ellas, es necesario que haya ahorro. Se conoce el ahorro como aquello que no se consume. La renta que perciben los hogares en un economía por la cesión temporal de los recursos productivos que poseen, se consume o se ahorra.
Cuando una empresa decide llevar a cabo una inversión productiva, como comprar una máquina o cualquier otro elemento de capital, acude a los mercados financieros en busca de los fondos necesarios. Así, la empresa emite activos financieros como puedan ser las acciones o los bonos y espera que alguien se lo compre a cambio del pago de unos intereses o dividendos. A esos mismos mercados acudirán los ahorradores, que comprarán los activos financieros emitidos por las empresas a cambio de la promesa de recibir intereses o dividendos como contraprestación. De esta forma podemos decir que hay una relación entre inversión productiva, inversión financiera y el ahorro. Vemos en esta dinámica de ejemplo la distinción entre las dos
Teniendo esto en cuenta diferenciamos las dos inversiones:
- Los ahorradores estarán prestando su dinero a cambio de recibir una rentabilidad a cambio, por tanto, están haciendo una inversión financiera.
- Las empresas reciben unos fondos con los que podrán comprar su máquina para llevar a cabo su producción, y están haciendo una inversión productiva. De la misma forma, si es la empresa la que tiene unos ahorros, puede decidir comprar activos financieros de otra empresa (inversión financiera) o comprar una máquina para llevar a cabo su actividad productiva (inversión productiva).
En resumen, el concepto y los tipos de inversión reflejan las estrategias que una empresa utiliza para garantizar su crecimiento, optimizar recursos y adaptarse al entorno cambiante. Cada decisión de inversión debe alinearse con los objetivos generales del negocio para maximizar su impacto positivo.