El emprendimiento es un pilar fundamental en las sociedades modernas, actuando como motor de desarrollo económico y social. Y lo es en todas sus dimensiones, tanto en la personal como en la social o en la productiva.
El emprendimiento en las sociedades modernas es como el aguacate en el guacamole: esencial, nutritivo y lo que le da sabor a la economía. Imagina un mundo donde cada idea brillante se convierte en una startup, donde los garajes se transforman en incubadoras de negocios y las cafeterías en salas de juntas improvisadas.
No olvidemos el impacto social de cada idea que se lleva a la realidad y no por pocas razones. Aquí recojo algunas:
Aumenta el bienestar de las personas.
Las ideas de los emprendedores generalmente están inspiradas en necesidades de la sociedad y los individuos que la componen. Un emprendedor, sea desde un enfoque productivo o desde un enfoque social, tratará de satisfacer de la mejor forma posible las necesidades de los ciudadanos o ayudándoles a solucionar mejor sus problemas y, por tanto, mejorando el bienestar y nivel de satisfacción de las personas.
Crea empleo
Como ya sabemos, el proceso productivo con el que se obtienen los bienes y servicios implica la combinación de una serie de factores productivos, entre ellos, el trabajo. Por lo tanto, el emprendimiento y la actividad
empresarial generan puestos de trabajo, empleos que remuneran a los trabajadores y a los propios emprendedores.
Impulsa el crecimiento económico del país
Si entendemos que el crecimiento económico es el aumento del valor de los bienes y servicios producidos, es lógico pensar que el emprendimiento aumenta el número de empresas, en número de bienes y servicios que se producen y, en muchos casos, el valor de estos, por cuanto es frecuente que incorporen innovaciones que amplíen su utilidad.
Son una fuente de ingresos públicos
El emprendimiento tiene el potencial de generar riqueza, rentas que remuneran a los factores que empleados que son susceptibles de convertirse en base imponible de diferentes impuestos. Son por ejemplo el impuesto de sociedades, el IRPF que pagan empresarios y trabajadores, el IVA de los productos que se venden o las cotizaciones a la seguridad social en nombre de los trabajadores. Todos estos tributos pasan a formar parte de nuestra hucha común con la que se financian gastos públicos ten importantes como la educación, la sanidad o la dotación de infraestructuras como puedan ser carreteras o pantanos.
Contribuye a la innovación y el desarrollo tecnológico
Los emprendedores innovan creando nuevos bienes y servicios o mejorando los ya existentes. Uno de los más grandes beneficios del emprendimiento y la actividad
empresarial es que sus innovaciones pasan a formar parte del conocimiento colectivo y sirven de origen para nuevas ideas que pueden llevar a aumentar la satisfacción de los ciudadanos o a mejorar la eficiencia de los procesos productivos. La capacidad de generar nuevas empresas no solo crea empleo, sino que también impulsa la innovación y la competitividad, elementos cruciales para el crecimiento sostenible de la economía.
Es en sí mismo una manifestación de desarrollo personal
Las personas que inician sus propios proyectos tienden a sentirse más realizados, y eso se traduce en felicidad y satisfacción. Además, los emprendedores inspiran y motivan a otras personas a emprender y generar nuevas oportunidades para los demás, por lo cual existirá mayor bienestar para todos.
Tal vez tú también tengas una semilla de emprendedor esperando germinar. Solo recuerda regarla con dedicación, abonarla con educación y exponerla a la luz del riesgo calculado. No es solo cuestión de tener una idea de negocio, sino de llevar esa idea a la realidad y hacerla crecer. Es un viaje desafiante, pero también puede ser increíblemente gratificante.