Según el grupo de clientes hacia los cuales se dirigen las actuaciones de la empresa, distinguimos los siguientes tipos de estrategias:
- Indiferenciada: la empresa dirige el mismo producto o servicio sin diferenciar el usuario al que se dirige el canal utilizado. Por ejemplo, Coca-Cola.
– Ventaja: abaratan costes.
– Inconveniente: el producto no se ajusta a las diferentes necesidades.
- Diferenciada: la empresa segmenta el mercado en grupos y adapta el producto, el mensaje o el canal a cada segmento de manera diferenciada. Por ejemplo, Inditex.
– Ventaja: más posibilidades de venta.
– Inconveniente: mayores costes.
- Concentrada: la empresa elige el segmento de mercado que considera que será más afín a su producto o servicio y dedica todos los esfuerzos a satisfacer sus necesidades. Por ejemplo, un restaurante que solo incluye en su carta comida vegetariana.
– Ventaja: alta especialización.
– Inconveniente: riesgo de entrada de competidores.
- Personalizada: la empresa adapta el producto o servicio a cada usuario particular. Por ejemplo, una empresa de publicidad que selecciona un tipo de anuncio u otro para un usuario de una red social en función de la información que tiene sobre sus gustos o preferencias.
– Ventaja: productos más adaptados al cliente.
– Inconveniente: altos costes.