La situación descrita en este artículo, “La crisis del croissant y el mercado de la mantequilla”, es un claro ejemplo de cómo factores que pueden ser tanto globales como locales pueden interconectarse para generar tensiones en mercados específicos. Coincido con la explicación dada en el texto, el problema en Francia no es como tal la escasez real de mantequilla, sino un aumento de demanda global basada en cambios de las tendencias culturales de la sociedad, en este caso, que la mantequilla de origen animal no es tan mala como parecía y que los alimentos que realmente tenemos que evitar, son los que poseen azúcares saturados. Este cambio cultural que puede parecer abstracto e insignificante, tiene consecuencias tangibles, como las estanterías vacías en los supermercados franceses. No obstante, no es el único factor que interviene en la consecuencia de la disponibilidad de la mantequilla en los supermercados, también la rigídez en su sistema local de fijación de precios, ya que no se adapta tan rápido como debería a los cambios de costumbres en la persona.
En conclusión, “la crisis del croissant” no es solo un problema económico, sino también uno cultural.
En mi opinión creo que esta supuesta falta de mantequilla de la que se habla en el artículo no es solo una falta de producto, sino también una explicación de como un producto que lleva años sin apenas consumirse debido a modas absurdas anti ciertos alimentos vuelve a consumirse y provoca cambios inesperados en el Mercado.
Estos cambios si no se asimilan bien pueden llevar a una situación de sobredemanda como la que está ocurriendo en Francia y que conlleva en la pérdida productores locales ya que estos prefieren exportar a otros lugares donde serán mejor pagados
Es un artículo bastante curioso a mi parecer, ya que no hay una escasez de mantequilla en sí, los productores se han percatado de que obtendrán un mayor beneficio si exportan sus productos en vez de venderlos en su propio país (en este caso Francia). Esto se debe a que los países que no producen este alimento necesitan conseguirlo, por lo que recurren a los productores de otras naciones para suministrar dicho alimento. Podría traducirse en que como los consumidores de mantequilla han aumentado, los productores aumentan el precio de este bien para rentabilizarlo al máximo, lo que es un claro ejemplo del modelo de la tijera de Marshall.
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La situación descrita en este artículo, “La crisis del croissant y el mercado de la mantequilla”, es un claro ejemplo de cómo factores que pueden ser tanto globales como locales pueden interconectarse para generar tensiones en mercados específicos. Coincido con la explicación dada en el texto, el problema en Francia no es como tal la escasez real de mantequilla, sino un aumento de demanda global basada en cambios de las tendencias culturales de la sociedad, en este caso, que la mantequilla de origen animal no es tan mala como parecía y que los alimentos que realmente tenemos que evitar, son los que poseen azúcares saturados. Este cambio cultural que puede parecer abstracto e insignificante, tiene consecuencias tangibles, como las estanterías vacías en los supermercados franceses. No obstante, no es el único factor que interviene en la consecuencia de la disponibilidad de la mantequilla en los supermercados, también la rigídez en su sistema local de fijación de precios, ya que no se adapta tan rápido como debería a los cambios de costumbres en la persona.
En conclusión, “la crisis del croissant” no es solo un problema económico, sino también uno cultural.
En mi opinión creo que esta supuesta falta de mantequilla de la que se habla en el artículo no es solo una falta de producto, sino también una explicación de como un producto que lleva años sin apenas consumirse debido a modas absurdas anti ciertos alimentos vuelve a consumirse y provoca cambios inesperados en el Mercado.
Estos cambios si no se asimilan bien pueden llevar a una situación de sobredemanda como la que está ocurriendo en Francia y que conlleva en la pérdida productores locales ya que estos prefieren exportar a otros lugares donde serán mejor pagados
Es un artículo bastante curioso a mi parecer, ya que no hay una escasez de mantequilla en sí, los productores se han percatado de que obtendrán un mayor beneficio si exportan sus productos en vez de venderlos en su propio país (en este caso Francia). Esto se debe a que los países que no producen este alimento necesitan conseguirlo, por lo que recurren a los productores de otras naciones para suministrar dicho alimento. Podría traducirse en que como los consumidores de mantequilla han aumentado, los productores aumentan el precio de este bien para rentabilizarlo al máximo, lo que es un claro ejemplo del modelo de la tijera de Marshall.