Como explicaba en el artículo Los mercados imperfectos, en el que hacía referencia a la falta de competencia que caracterizaba a algunos mercados, lo que terminaba provocando ciertos perjuicios en el bienestar social y alejando de la eficiencia las asignaciones de recursos que determinaba el mercado. En este artículo explicaba brevemente algunas de las diferentes formas que podían tomar estos mercados imperfecto, como eran los monopolios u oligopolios.
Los monopolios y oligopolios son situaciones de mercado en las que una o pocas empresas controlan la oferta de un producto o servicio, lo que les permite fijar precios, condiciones y barreras de entrada a la competencia. En este artículo, que puede ser considerado una continuación de aquel, trataré de recopilar algunos casos que se han dado en España a lo largo de la historia o que incluso permanecen hasta la actualidad.
Telefónica, de la telefonía a las telecomunicaciones
Telefónica es una de las compañías líderes en el sector de las telecomunicaciones a nivel mundial. Sin embargo, su origen se remonta a 1924, cuando se creó la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) con el apoyo del Estado y el capital extranjero. Durante décadas, Telefónica fue el único operador telefónico del país, lo que le permitió tener una posición dominante y rentable.
En 1997, se produjo la liberalización del mercado de las telecomunicaciones, lo que supuso la entrada de nuevos competidores como Vodafone, Orange o Jazztel. A pesar de ello, Telefónica sigue siendo el líder del mercado español, con una cuota del 36% en telefonía fija y del 29% en telefonía móvil en 2020. Además, Telefónica ha diversificado su negocio hacia otros servicios como internet, televisión o cloud computing.
El impacto de Telefónica en el bienestar social ha sido ambivalente: por un lado, ha contribuido al desarrollo de las infraestructuras y la innovación tecnológica; por otro lado, ha sido acusada de abusar de su posición dominante y de cobrar precios elevados a los consumidores.
Endesa, el monopolio eléctrico
El origen de Endesa se remonta a 1944, cuando se creó la Empresa Nacional de Electricidad S.A. (ENDESA) como una empresa pública encargada de gestionar la producción y distribución de electricidad en España. Durante décadas, Endesa fue el único operador eléctrico del país, lo que le otorgó un gran poder económico y político. En 1998, se inició el proceso de privatización y liberalización del sector eléctrico, lo que supuso la entrada de nuevos competidores como Iberdrola, Gas Natural o EDP.
Sin embargo, Endesa sigue siendo el líder del mercado español, con una cuota del 35% en generación y del 43% en distribución en 2020. Además, Endesa ha ampliado su presencia internacional, especialmente en Latinoamérica. El impacto de Endesa en el bienestar social también ha sido contradictorio: por un lado, ha garantizado el suministro eléctrico y la diversificación energética; por otro lado, ha sido criticada por su impacto ambiental y por cobrar precios elevados a los consumidores.
Repsol: el control del petróleo
Repsol es una de las mayores compañías petroleras del mundo. Su origen se remonta a 1987, cuando se creó Repsol S.A. como resultado de la integración de varias empresas públicas del sector hidrocarburos: INH, ENPETROL, CAMPSA y ENAGAS.
Durante años, Repsol fue el único operador petrolero del país, lo que le permitió controlar toda la cadena de valor: exploración, producción, refino y comercialización. En 1992, se inició el proceso de privatización y liberalización del sector petrolero, lo que supuso la entrada de nuevos competidores como Cepsa, BP o Shell. A pesar de ello, Repsol sigue siendo el líder del mercado español, con una cuota del 38% en ventas de productos petrolíferos y del 25% en estaciones de servicio en 2020. Además, Repsol ha expandido su negocio hacia otros sectores como el gas natural o las energías renovables.
El impacto de Repsol en el bienestar social también ha sido diverso: por un lado, ha impulsado el desarrollo industrial y la seguridad energética; por otro lado, ha sido cuestionada por su impacto ambiental y por cobrar precios elevados a los consumidores.
Correos: el monopolio postal
Correos es la empresa pública encargada de prestar el servicio postal universal en España. Su origen se remonta a 1716, cuando se creó el Real Servicio de Correos bajo el reinado de Felipe V. Durante siglos, Correos fue el único operador postal del país, lo que le permitió tener una amplia red de oficinas, carteros y vehículos. En 1998, se produjo la liberalización del mercado postal, lo que supuso la entrada de nuevos competidores como MRW, Seur o DHL.
Sin embargo, Correos sigue siendo el líder del mercado español, con una cuota del 86% en envíos de cartas y del 14% en envíos de paquetes en 2020. Además, Correos ha diversificado su oferta hacia otros servicios como la banca postal, la paquetería internacional o la logística e-commerce. El impacto de Correos en el bienestar social ha sido positivo: por un lado, ha garantizado el derecho a la comunicación y la cohesión territorial; por otro lado, ha sido reconocida por su calidad, eficiencia y responsabilidad social.
Estos son solo algunos ejemplos históricos de monopolios y oligopolios en España. La mayoría de los casos presentados eran, en su origen, monopolios naturales o con cierto valor estratégico para el Estado. Y, en todos lo casos presentaban tanto ventajas como desventajas para el bienestar social. En general, se puede decir que los monopolios y oligopolios favorecen el desarrollo económico y la innovación, pero también generan distorsiones, ineficiencias y desigualdades. Por ello, es necesario que exista una regulación y una competencia efectiva que garantice el equilibrio entre los intereses de las empresas y los derechos de los consumidores.
¿Sabes de algún otro ejemplo? Te animo a dar detalles en un comentario.