¿Qué es la planificación estratégica?
La planificación estratégica es como un mapa para llegar a un destino. En una organización, este destino se traduce en objetivos claros que se quieren alcanzar en el futuro, como aumentar las ventas, lanzar un producto nuevo o ser más sostenibles. Pero no basta con saber a dónde se quiere llegar, también se necesita un plan para trazar el camino, decidir los recursos que se usarán y anticipar los desafíos. En esencia, es un proceso que responde a tres preguntas clave:
- ¿Dónde estamos ahora? Es el diagnóstico de la situación, la organización analiza su situación actual. Por ejemplo, ¿cómo le está yendo en comparación con sus competidores? ¿Qué recursos tiene? ¿Qué desafíos enfrenta? Se suele recurrir al análisis DAFO (Debilidades-Amenazas-Fortalezas-Oportunidades), que implica un análisis de las oportunidades y amenazas del entorno (análisis externo), así como la identificación de los puntos fuertes y débiles de la empresa (análisis interno).
- ¿Hacia dónde queremos ir? A partir del diagnóstico, hay que establecer la misión y visión de la empresa, así como los objetivos y metas que concreten la misión. Puede ser expandirse a nuevos mercados, mejorar la calidad del producto o aumentar la satisfacción del cliente.
- ¿Cómo llegamos allí? Aquí se identifican las estrategias, acciones y recursos necesarios para alcanzar esos objetivos. Habrá que elegir la estrategia competitiva de la empresa para posicionarse en el mercado. Puede tomar una estrategia de liderazgo en costes (producir a costes más bajos que los competidores para poder ofrecer un producto más barato y así aumentar su demanda) o la diferenciación (tratar de que su producto sea percibido como único por los clientes y así aumentar la demanda). Definir la estrategia conlleva definir cómo implantarla mediante planes parciales para las distintas áreas de la empresa. Y estos planes parciales incluyen los objetivos operativos (resultados) y los recursos que se destinan (presupuestos), así como las responsabilidades (quiénes los ejecutan). Una herramienta ampliamente utilizada en conexión con la matriz DAFO es la matriz CAME (Corregir-Afrontar-Mejorar-Explotar).
Esta planificación estratégica no tiene por qué limitarse a una empresa o una organización. Por ejemplo, en este otro artículo explico cómo utilizarla para el emprendimiento desde una dimensión personal. Echa un vistazo, puede que te interese.
Pasos de la planificación estratégica
- Análisis de la situación actual. Antes de empezar, la organización evalúa su posición actual. Esto incluye examinar sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas (análisis FODA). Una cafetería analiza que sus fortalezas son la calidad de su café y la fidelidad de sus clientes, pero sus debilidades son los tiempos de espera largos y un menú limitado.
- Definición de la visión y misión. La visión describe dónde quiere estar la organización en el futuro, mientras que la misión explica su propósito actual. Una startup de energía renovable podría tener como visión “un mundo alimentado al 100% por energía limpia” y como misión “desarrollar soluciones asequibles de energía solar”.
- Establecimiento de objetivos. Los objetivos deben ser SMART: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo definido. Una empresa de ropa sostenible puede plantear un objetivo como “reducir un 20% las emisiones de carbono en la producción para 2025”.
- Desarrollo de estrategias. Las estrategias son los planes de acción para lograr los objetivos. Una empresa que quiere aumentar sus ventas en línea podría implementar una estrategia de marketing digital mediante redes sociales y campañas publicitarias.
- Implementación. Una vez definido el plan, es hora de ejecutarlo. Esto implica asignar recursos, roles y responsabilidades.
- Evaluación y ajustes. Es importante monitorear el progreso y ajustar el plan si las cosas no están funcionando como se esperaba. ¿Recuerdas la fase de control en las funciones del empresario?
De la planificación estratégica a la planificación táctica
Es importante no confundir ambos términos y es habitual encontrar que se utilizan indistintamente en algunos blogs no demasiado rigurosos. Y es que la planificación táctica puede entenderse como el desarrollo de la planificación estratégica. La planificación táctica se centra en la implementación de las estrategias definidas en la planificación estratégica. Se correspondería con los quinto y sexto pasos de la secuencia presentada en el apartado anterior.
La planificación táctica se ocupa, por tanto, de los detalles y las acciones específicas necesarias para alcanzar los objetivos a corto y medio plazo. Este tipo de planificación suele involucrar a los niveles medios de la organización y se enfoca en cómo se llevarán a cabo las estrategias. Podemos destacar algunos elementos o pasos clave:
- Objetivos a Corto y Mediano Plazo: Establecer metas específicas y alcanzables en un plazo más corto.
- Acciones Específicas: Definir las acciones y tareas concretas necesarias para alcanzar los objetivos.
- Asignación de Recursos: Distribuir los recursos necesarios (humanos, financieros, materiales) para llevar a cabo las acciones.
- Cronograma: Establecer un calendario detallado para la implementación de las acciones.
- Monitoreo y Ajustes: Supervisar el progreso y realizar ajustes según sea necesario.
Te dejo aquí una tabla para ayudarte a distinguir ambas planificaciones:
Característica | Planificación Estratégica | Planificación Táctica |
---|---|---|
Enfoque | Largo plazo | Corto y mediano plazo |
Nivel de Involucramiento | Altos directivos | Niveles medios |
Objetivos | Amplios y generales | Específicos y detallados |
Horizonte Temporal | Años | Meses a un año |
Flexibilidad | Menos flexible | Más flexible |
Veámoslo con un ejemplo: Imagina una empresa que quiere expandirse a un nuevo mercado internacional. La planificación estratégica incluiría definir la visión de la expansión, analizar el mercado objetivo, establecer objetivos a largo plazo y desarrollar estrategias para entrar en ese mercado. La planificación táctica se centraría en los detalles específicos, como la logística de envío, la contratación de personal local, la adaptación del marketing a la cultura local y la implementación de campañas publicitarias.