Podemos decir que el dinero es uno de los motores de la economía. En este otro artículo os hablaba de cómo la especialización la división del trabajo estimuló una interdependencia entre los diferentes agentes económicos y economías. De cómo esa interdependencia promovió el intercambio y de cómo ese intercambio se vio agilizado y acelerado por el dinero como vehículo de intercambio.
Aunque cuando escuchamos la palabra dinero todos pensamos en monedas y billetes, su creación va más allá de la simple impresión de billetes o troquelado de monedas. Su origen y expansión dependen de un complejo sistema financiero que involucra tanto bancos centrales como bancos comerciales. Mientras que el dinero físico es emitido directamente por el Banco Central, en nuestro caso, Europeo, la mayor parte del dinero en circulación se genera a través de los préstamos bancarios y la expansión del crédito.
Para estudiarlo en más profundidad veamos cómo se crea cada uno de los tipos de dinero:
A. Dinero legal (monedas y billetes). Es emitido por el Banco Central de cada país (en Europa, el Banco Central Europeo) y se pone en circulación según las necesidades económicas y políticas monetarias. A pesar de lo que puedas pensar, representa solo una pequeña parte del dinero total en la economía.
B. Dinero bancario (depósitos y créditos). Los bancos comerciales crean dinero cuando conceden préstamos ya que cuando depositas dinero en un banco, este no guarda todo el efectivo, sino que presta una parte a otras personas. El Banco Central Europeo, para controlar la cantidad de dinero que hay en circulación en una economía y garantizar que los intermediarios bancarios puedan devolver el dinero depositado por sus clientes, obliga a los bancos a mantener una parte de los depósitos de sus clientes en forma de reservas legales bancarias. Es el coeficiente legal de caja. Este proceso se llama expansión del crédito y multiplica el dinero disponible en la economía.
Suena complicado pero seguro que con un ejemplo lo entiendes mejor.
Imagina que depositas 1.000 € en un banco y que el BCE ha establecido un coeficiente de caja del 10%. Este banco está obligado a guardar ese porcentaje como reserva, es decir, 100€. Por lo tanto puede prestar el resto (900 €) a otra persona.
Esa persona probablemente use los 900€ para comprar un producto y el vendedor depositará ese dinero en otro banco.
Ese segundo banco guarda el 10%, unos 90 € y de nuevo prestará el resto (810€) a otra persona.
Este proceso se repite, creando más dinero en la economía sin necesidad de imprimir billetes. De los 1000€ iniciales que el emitió, solo en estos dos paso se han creado 1710€ adicionales. Imagina si ese dinero pasa de manos a manos a través de nuevos depósitos y nuevas operaciones de crédito. A este fenómeno se le llama multiplicador bancario, y es clave en la expansión del dinero.